Ya en época romana, los avales estaban muy difundidos y solicitados como título de garantía entre personas privadas que realizaban negocios.
Hoy “el aval se constituye cuando “obliga uno a pagar o cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo éste”, como dice el art. 1822 del Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil".
El aval, que puede ser bancario o de seguro, es una garantía adicional a la relación de obligación que existe entre un acreedor y el sujeto garante (el fiador); este último se compromete, con su patrimonio, a garantizar el reembolso del préstamo requerido en caso de insolvencia del deudor.
Son las empresas privadas las que con mayor frecuencia recurren a cauciones y avales de seguros, e incluyen estos medios en los contratos para controlar su el patrimonio.
La ley prevé ahora su utilización para todas las obligaciones con el Estado y los Entes Públicos.
Las cauciones de seguro presentan ventajas relevantes para las empresas. Con costes controlados y sin inmovilizar ni el dinero ni los títulos o diversas “garantías reales”, las cauciones permiten que no se tengan que utilizar las aceptaciones bancarias, otro recurso de la empresa, precioso pero limitado, estratégicamente destinado a la financiación ordinaria o extraordinaria de los procesos productivos y al desarrollo de los negocios.
Assiteca opera en el mercado con más de 20 Compañías de Seguros, españolas, italianas y extranjeras, y asegura un servicio de elevado perfil basado en la optimización de los costes y de los tiempos, desde el análisis del riesgo y su adecuación dentro del mercado especializado, a la emisión y entrega del contracto al Cliente.
Todo esto se consigue gracias a la colaboración con Compañías que, según las más recientes disposiciones de la ley, han desarrollado procesos de emisión y transmisión de los documentos con firma digital. La firma digital tiene el mismo valor legal que la manuscrita.
Quién recibe una póliza suscrita digitalmente puede obtener información después sobre el firmante y verificar la validez del mismo certificado. Esto supone un notable ahorro de tiempo y dinero (la póliza se envía por correo electrónico directamente a la empresa).