Manuel García, Director Técnico en Assiteca España
A pesar de lo inmensos que pueden parecernos mares y océanos, las incidencias y accidentes entre barcos que colisionan son una realidad. Y es que, aunque nos pueda parecer imposible que dos barcos choquen en alta mar, la realidad nos demuestra que dichos accidentes acontecen más de lo que nos creemos.
Cuando dos barcos colisionan, lo que se denomina abordaje, suele ser siempre como resultado del factor humano y, muy a pesar, de la tecnología actual, ya que existe una excesiva confianza sobre la misma. Así pues, la realidad es que los accidentes siguen aconteciendo por el incremento masivo de tráfico marítimo, pero, sobre todo, por los errores humanos que los provocan.
Si observamos los datos de 2020 (a la espera de información fidedigna del 2021), se notificaron nada más y nada menos que 2837 incidentes. No obstante, esta cifra representa 455 siniestros menos que en 2019, según los datos del EMCIP (Plataforma Europea de Información sobre Siniestros Marítimos).
Sin embargo, cabe remarcar que el 2020 fue el año de la COVID-19, por lo que el tráfico marítimo global se redujo. Por ejemplo, en la UE el tráfico se redujo en un 10,2% como consecuencia de la pandemia y supuso una caída del 86% en comparación con 2019. Evidentemente que, en función de la tipología de nave, las caídas fueron diversas. Si analizamos el rango de buques tipo como lo son graneleros, quimiqueros, portacontenedores o petroleros, estos solo disminuyeron un 5%, aproximadamente.
Desde la perspectiva de la tipología de naves, tanto los buques de pasaje como los de carga tuvieron sus indicadores medios por encima de la media, concretamente en 350 y 214 siniestros, respectivamente.
En cuanto a los buques de servicio, que se dedican a tareas más especializadas tales como el transporte de cargas pesadas o trabajos de puerto (remolcadores, gabarras, dragas, buques de salvamento y buques de investigación), el indicador de siniestralidad fue el más bajo, con una media de 77 en el período 2014-2020 y un total de 64 en 2020. Algo que responde a la falta de actividad comercial derivada del parón que supuso el COVID en nuestras vidas. En el caso de los buques pesqueros, la cifra de siniestros se sitúo en 84 durante el 2020.
Respecto a los siniestros catalogados de muy graves, se registraron 46 a lo largo de todo el ejercicio, lo que muestra una reducción del 43,3% en un año. Así, sólo se registraron 9 pérdidas de buques en 2020.
Evidentemente, los daños que se sufren en un accidente marítimo van más allá de lo puramente material. Aquí hablamos de vidas humanas en un medio totalmente adverso. Durante el periodo 2014 – 2020, 367 siniestros dieron lugar a un total de 550 vidas perdidas. En 2020, se registraron un total de 38 víctimas mortales y el 89,1% de las víctimas eran miembros de la tripulación de un barco.
El factor humano está casi siempre detrás de un incidente de este estilo, no obstante, el principal tipo de accidente de un buque durante el 2020 fue la pérdida de potencia de propulsión, alcanzando una media de 503 pérdidas de propulsión al año. Hemos de pensar que, si un barco se queda sin “máquina” en situaciones adversas, se atraviesa al mismo con los correspondientes problemas de estabilidad. Un barco tiene un centro de gravedad, pero además tiene otro centro importantísimo llamado “centro de carena”. Ambos puntos marcan el devenir de la estabilidad por la llamada altura metacéntrica. Y eso puede suponer hundirse o no.
Por otro lado, tal y como sucede con los coches en las carreteras secundarias, se observa que la mitad de los siniestros se produjeron en aguas interiores, más concretamente, en zonas portuarias (41%). Algo que nos debe parecer lógico, dado que el campo de acción es menor y la posibilidad de incidente aumenta.
Por poner algunos ejemplos, vamos a destacar las reseñas de los 5 peores siniestros marítimos en la historia y el Titanic no está entre ellos, dado que los mismos se han dado en los últimos 20 años:
- En 2002, la catástrofe del Prestige.
- En 2019, con el Carrier Sincerity Ace.
- En 2021 las Pérdidas de Mercancía del One Apus.
- En 2021 las Pérdidas de Contenedores del Maersk Essen.
- En 2021 el Incendio del X-Press Pearl en Sri Lanka.
En resumen, los barcos chocan unos con otros, de ahí que los seguros asociados a ellos cobren especial importancia. Los seguros, ya sean para Cascos o P&I, pasando por coberturas complementarias para máquina, pertrechos, etc., son absolutamente necesarios para minimizar el impacto de un siniestro que, entre dos buques de dimensiones importantes, puede ser catastrófico.