Más de la mitad (53%) de los expatriados considera la cobertura de seguro médico como un factor básico cuando decide realizar una movilidad internacional.
Así lo declara la aseguradora Cigna en su estudio sobre la movilidad internacional “Globally Mobile Individuals”, que también indica que el 40% de las empresas no proporciona ningún beneficio médico a sus empleados expatriados.
Perfil y características de los trabajadores expatriados
Cada vez son más las personas que deciden desarrollar su carrera profesional en el extranjero.
Respecto a la duración, es de destacar que los periodos de expatriación son cada vez más cortos. Mientras que antes se iba al extranjero por periodos de 3 o 4 años, ahora puede llegar a durar menos de 12 meses.
Tres de cada cuatro expatriados se declaran felices con su vida en el extranjero, ya que “han mejorado sus perspectivas laborales (70%) y situación económica (63%) y tienen acceso a una asistencia sanitaria de calidad (61%).
Salud y situación financiera, temas pendientes
Pero a pesar de estar globalmente satisfechos, su índice de bienestar es peor que el de la población trabajadora general, con una puntuación de 61,5/100. Esto es debido, en parte, a algunos factores que el expatriado considera mejorables.
Por un lado, no están satisfechos con la situación financiera. Solo el 13% afirma disponer de dinero suficiente para afrontar la jubilación a pesar del esfuerzo de vivir lejos de sus países de origen.
Respecto a la salud, el 53% de los encuestados considera la cobertura del seguro médico como un factor básico para decidir salir a trabajar al extranjero. Esta preocupación se acentúa en caso de los empleados destinados a África. A pesar de ello, el 40% de las empresas no proporcionan ningún beneficio médico.
Otro de los grandes problemas es el tiempo que se dedica a la familia: únicamente el 28% de los encuestados está satisfecho con el tiempo que pasa con su familia.
¿Qué pasaría en caso de enfermar?
Con un 19% de respuestas, el cáncer y sufrir un accidente son las mayores preocupaciones en materia de salud. En caso de enfermedad grave, el 49% optaría por ser atendido en el lugar de trabajo, aunque los datos varían en función de la región y coste de la atención médica. El 51% restante, prefiere recibir un tratamiento en su país de origen.
El estudio ha sido realizado a partir de 2.003 entrevistas a empleados de entre 25 y 59 años.