El Ciber Riesgo esta cada vez más presente. El reciente “hackeo” masivo a cajeros automáticos para que escupiesen dinero sin control es un caso más de los muchos ciberataques que vivimos diariamente.
La ciberdelincuencia, muy profesionalizada, ataca a grandes, medianas y pequeñas empresas. Es un nuevo modelo de crimen organizado, cuyo coste global supera las ganancias del tráfico de drogas, según el Instituto Nacional de Ciberseguridad. España, está en el punto de mira, ya que en el 2015 fue el tercer país con más ciberataques del mundo, tras EEUU y Reino Unido.
Razones de los ataques
Ya sea por motivos económicos, ideológicos, estratégicos, políticos o personales, los agresores atacan a las empresas, cada vez más vulnerables por su dependencia de la tecnología digital. El aumento de su exposición al ciber riesgo hace más fácil la fuga de información confidencial, ya sea por agentes internos (descuidos, empleados descontentos) o externos (ataques con malware o intrusiones de ciberdelincuentes).
Además, las legislaciones exigen cada vez más responsabilidades para proteger la información. En 2018, la UE presentará el Reglamento General de Protección de Datos en el que se establecen rigurosos requisitos para las empresas que gestionan datos de ciudadanos europeos, que en caso de no cumplir deberán afrontar severas sanciones económicas.
Según Lloyds en “Haciendo frente al Desafio del Ciber Riesgo”, el 86% de las empresas han sufrido una violación de datos en los últimos cinco años.
Esta amenaza hace necesario el seguro de protección de riesgos cibernéticos, que protege a la empresa frente a los perjuicios financieros que pueda ocasionar una pérdida de datos originada por una vulneración en los sistemas informáticos. Contratando la póliza de Ciber Riesgo quedarían cubiertos tanto los daños propios como a terceros que pueden producirse tras una fuga de datos, una violación de seguridad o cualquier riesgo derivado de un ataque cibernético.