El balance de los incendios en industrias en España ha aumentado aproximadamente un 10% en relación al periodo anterior, sobre todo a partir del segundo trimestre de 2016, donde los siniestros en grandes industrias han sido protagonistas indiscutibles. Según datos de la patronal del seguro UNESPA, cada año se producen cerca de 42.000 incendios en industrias en España (datos del 2015), cuyo coste agregado asciende a 378 millones de euros.
Los incendios de Ybarra en Dos Hermanas, el de Fandicosta en Moaña, el del almacén de neumáticos en Seseña o las siete naves que ardieron en Alcalá de Henares, son de esos que tienen alcance mediático por su dimensión. Sin embargo, a estos, hay que añadir multitud de siniestros más que pasan desapercibidos, pero que en muchos casos acaban con la vida de la empresa que los ha sufrido dado que conllevan daños materiales, personales, de imagen, de producción, de empleos, de riqueza, afectando a todo el conjunto de la industria. Resulta por tanto fundamental realizar una adecuada gestión de riesgos e implementar un programa de seguros integral que proteja a la empresa ante estos casos.
Las empresas e industrias deben cumplir con el Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales, que establece los requisitos mínimos que han de satisfacer las industrias y almacenes para su seguridad en caso de incendio, y conocer correctamente los equipos y su uso, mediante la implementación en los planes de auto prevención o autoprotección de simulacros periódicos.
Un incendio se inicia con una chispa que en sus etapas iniciales suele ser de fácil intervención y extinción, pero si sobrepasa la fase de propagación límite, aumenta exponencialmente su vigorosidad y por lo tanto la dificultad de poder luchar contra él. Todo lo que sea actuar con demora conlleva resultados durísimos.